sábado, 22 de octubre de 2016

REFLEXIÓN

Si, lo sé.
Dejé el estudio para ventilar mi mente.
Dejé la lectura de diverso material bibliográfico, (que me gusta, claro, pero...), porque la rutina me estaba saturando. Y elegí aquellos textos poéticos, -y libros de temas que me interesan-, que me relajan.
La música tranqui también se sumaron a mis días.
De vez en cuando hay que decir basta a lo que suma pero que estresa si se vuelve constante.
Es la necesidad de saborear los olores, de disfrutar los colores que parecían dejados de lados, de observar detenidamente las escenas de la vida diaria con detalles.
Ahora escucho el trino de los pájaros, el informativo en la tele, canciones de fondo, mientras miro el paisaje por la ventana que brinda esta mañana nublada.
Santiago del Estero. Parece que lloverá.-

:)


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